BRIQUETA DE BIOMASA

Las briquetas de biomasa son un tipo de biocombustible sólido, elaborado mediante la compactación de residuos orgánicos como aserrín, cáscara de arroz, bagazo de caña, paja, residuos agrícolas o forestales. Se utilizan como alternativa sostenible al carbón vegetal o mineral, con aplicaciones en cocinas rurales, calderas industriales y generación de energía térmica

Parámetro

Valor Garantizado

Observaciones Técnicas

Materia prima

100% residuos orgánicos: aserrín, paja, cáscara de arroz, bagazo de caña

Biomasa lignocelulósica, sin contaminantes ni plásticos

Aglutinante natural

≤ 10% (melaza, almidón, cáscara de papa)

Mejora cohesión sin alterar combustión

Humedad residual

≤ 12%

Secado controlado para eficiencia térmica

Contenido de cenizas

≤ 5%

Baja generación de residuos sólidos

Poder calorífico inferior (PCI)

14–18 MJ/kg (≈ 3,300–4,300 kcal/kg)

Depende del tipo de biomasa utilizada

Densidad aparente

800–1,200 kg/m³

Alta compactación para transporte y almacenamiento

Durabilidad mecánica

≥ 85%

Resistencia al manejo y transporte

Formato físico

Cilíndrico, hexagonal, prismático

Adaptable a estufas, calderas y cocinas ecológicas

Emisiones de CO₂

Neutras (biomasa renovable)

Ciclo cerrado de carbono

Formato

Empaque

Uso Típico

Cilíndrico compacto

Bolsas de 5–10 kg / cajas de cartón

Estufas domésticas, chimeneas

Hexagonal con orificio

Paletizado en sacos de 25 kg

Calderas industriales, gasificación

Prismático rectangular

Empaque termoencogible o a granel

Cocinas institucionales, hornos

Granulado (pelletizado)

Sacos de 15–20 kg / Big Bags

Sistemas automáticos de alimentación

Categoría

Precaución Específica

Justificación Técnica / Normativa

Almacenamiento

Guardar en lugar seco, ventilado y protegido de la humedad

Evita degradación, moho y pérdida de poder calorífico

Manipulación

Usar guantes si hay presencia de polvo; evitar golpes que fragmenten las briquetas

Protección personal y conservación del producto

Encendido

No usar líquidos inflamables como gasolina o alcohol para iniciar la combustión

Riesgo de explosión y emisión de gases tóxicos

Ventilación del ambiente

Operar en espacios con buena circulación de aire

Prevención de acumulación de CO y CO₂

Compatibilidad del equipo

Verificar que estufas, calderas u hornos estén diseñados para briquetas

Evita obstrucciones, sobrecalentamiento o daños

Residuos de ceniza

Retirar cenizas regularmente y disponerlas según normativa ambiental local

Prevención de incendios y cumplimiento ambiental

Contacto con agua

No mojar las briquetas antes del uso

Afecta la combustión y puede generar vapor excesivo

Presencia de niños o mascotas

Mantener alejados durante el encendido y operación

Seguridad doméstica y prevención de accidentes